Cómo se preparan los bosques para afrontar la temporada de incendios?

7 agosto 2024
La Diputación de Barcelona intensifica la vigilancia contraincendios con un plan de 2,1 millones de euros para 626.000 hectáreas forestales
29/07/2024

Con la llegada del calor, especialmente esta semana en la cual hemos visto como varios puntos de Cataluña han sobrepasado los 40 grados, el peligro de incendio aumenta exponencialmente. Las altas temperaturas y la temporada de turismo ponen en tensión los bosques catalanes y los hacen más propensos a sufrir un desastre ecológico en forma de incendio. Los expertos señalan que los trabajos para preparar los bosques de Cataluña se realizan durante todo el año, no solo durante el verano, puesto que explican que se ha perdido la estacionalidad de los incendios y pueden ocurrir en cualquier momento.

José Àngel Terés, jefe de la Sección de Gestión de la Prevención de Incendios Forestales e ingeniero forestal al departamento de Acción Climática, hace valer los trabajos de la administración, puesto que “el peligro de incendio forestal no va ligado solo al calor, puede venir todo el año” y es por eso que “no se trabaja pensando con el verano, se trabaja de fondo, se trabaja durante todo el año con subvenciones e inversiones, con construcciones y actuaciones sobre el terreno”.

Las altas temperaturas y las sequías, amenazas constantes

Estos últimos años Cataluña ha sufrido un periodo de sequía que ha llevado al límite el territorio, las administraciones y la población de Cataluña. La falta de agua no solo puede representar la muerte de los árboles, una consecuencia directa, sino que este hecho puede incrementar la posibilidad de incendios, la violencia de estos y acabar de complicar las tareas de los servicios de bomberos para extinguir el fuego.

José Ángel Terés señala que la sequía ha provocado una “mortalidad de bosques muy grande”; pero no solo esto, sino que el jefe de la Sección de Gestión de la Prevención de Incendios Forestales alerta que “hay 50.000 hectáreas en proceso de decaimiento”, un hecho que amenaza la supervivencia de los árboles y los bosques. David Montserrat, miembro del grupo de Climatología del Departamento de Geografía de la Universitat de Barcelona señala que el aumento de las temperaturas hace que las plagas estén mucho más activas y que con los años “quizás morirán más árboles por decaimiento que por incendios”, un hecho que califica de “gran problema”. Y es que la muerte de los árboles y el impacto de las sequías juega un papel clave en el riesgo de incendio, puesto que “tenemos un problema con el cambio climático porque nos pondrá en zonas de peligro de incendio zonas que antes no lo estaban” señala un Terés que destaca que “nos preocupa el incendio que nunca ha pasado, estamos entrando en zonas de sequía y se tiene que hacer trabajos en zonas donde nunca se han hecho trabajos”.

"Las altas temperaturas y la temporada de turismo aumentan el peligro de incendio en los bosques catalanes. Los expertos resaltan que los trabajos de prevención se llevan a cabo durante todo el año, puesto que los incendios pueden ocurrir en cualquier momento, no solo en verano. La sequía ha provocado una gran mortalidad de bosques y amenaza 50.000 hectáreas más, incrementando el riesgo de incendios."

Trabajar sobre el campo, una actividad diversa

Usualmente, se tiene la percepción que el trabajo de campo relacionado con los incendios forestales es la imagen de los bomberos señalan Terés, Montserrat y el director y fundador proyecte Bosques de Montaña, Andreu González. La realidad, pero, es que los trabajos son varios y van desde el sector público al sector privado.

José Ángel Terés explica que los trabajos van desde la “construcción de infraestructuras para reaccionar al incendio” en espacios destinados a impedir que avance el incendio, las zonas estratégicas de gestión forestal. Terés, pero, señala que una de las acciones básicas es la limpieza del bosque “eliminando matorral y árboles pequeños, se esporga el bosque y se retiran las ramas bajas y los restos vegetales”. Unos trabajos de campo que no son paso agradecidos, puesto que el ingeniero forestal califica estos trabajos de ”horror”. Y es que la limpieza de los bosques catalanes es un trabajo complejo para la administración y pose de ejemplo la zona estratégica próxima a los peajes de la Junquera, donde explica que las máquinas han podido ‘coger’ unos hierros que no solo echan a perder las máquinas sino que pueden causar daños humanos. Terés lamenta que cuando se limpia el bosque se encuentran “vertidos de todo tipo; como material de obra, doméstico, coches y motos enteros que abandonan en terreno forestal“. Estos vertidos representan un peligro.

Pero no es solo los vertidos representan un peligro, puesto que según Terés “tenemos que afrontar otras realidades” que encontramos dentro de los bosques catalanes; donde explica que “hay gente peculiar”. “El bosque lo tenemos que vigilar de cerca, no es solo un problema de abocar cosas, en el bosque te puedes encontrar de todo: Vandalismo, unos nanos con una gamberrada te pueden causar un incendio, la mano del hombre no es solo crear un incendio provocado y de ejemplos macabros tenemos muchísimos, como pueden ser rituales en Collserola” sentencia el ingeniero forestal.