Ecoedición: Cuidado con las marcas blancas y sellos no verificados

12 febrero 2024
PEFC Catalunya celebra el sorteo del libro’El bosc a la taula’ con premios exquisitos y compromiso ambiental
05/02/2024
Bosc sequera
La sequera fa preveure la campanya d’incendis més complicada dels últims 30 anys
19/02/2024

Las únicas certificaciones sobre la sostenibilidad de los productos forestales que tienen criterios ambientales en el mundo y que comparten el 98% de los bosques certificados son PEFC y FSC.

El mundo editorial se está volcando hacia el ecoedición. La responsabilidad de los editores en la sostenibilidad de los libros es ya una realidad, pero ya hace mucho tiempo también lo ha sido la de la industria de la fabricación del papel, los impresores y la industria gráfica. Es verdad que el concepto de ecoedición amplía los márgenes del concepto de sostenibilidad con el tema de uso de tintas, huella de carbono, economía circular de impresión, pero hace falta no olvidar que el 99% de un libro es papel y cartón, es decir, un producto de origen forestal.

"Hace falta ahora, que las editoriales asuman la responsabilidad para garantizar que el libro sea sostenible, y no se despisten de su responsabilidad mediante la invención otros sellos bajo el paraguas de "la ecoedición"

 

La industria del papel, en los últimos años, ha hecho muchos esfuerzos para implementar medidas de sostenibilidad mucho más allá del greenwashing. Así, según la Memoria de Sosteniblitat de ASPAPEL, la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón, el 94% de la procedencia de la madera para la producción del papel es de ámbito estatal. De este modo se generan 4.561 puestos de trabajo directos y unos 14.279 indirectas.
En tanto a la certificación forestal, el 100% de las fábricas de celulosa están certificadas, el 63% de las fábricas de papel, hecho que supone la puesta en el mercado español de un 77% de papel certificado.

A partir de aquí la memoria explica otros aspectos a tener en cuenta, como por ejemplo, la descarbonización industrial, la innovación con productos bicirculars bajos en carbono, así como el reciclaje de calidad. Por otro lado, y en relación con la certificación de los bosques bajo criterios ambientales, económicos y sociales, a escala española, PEFC cuenta con 2.689.271 hectáreas de bosque certificado, de las cuales 280.419 son catalanas, y FSC, 361.045 ha. en toda España.


Hay que explicar el esfuerzo que hace la propiedad forestal, pública y privada, para certificar estos bosques, porque en el proceso de certificación, y esta es la fortaleza de los sistemas, entran en juego varios actores, como son las entidades de certificación, que son terceras partes independientes tanto para PEFC como para FSC. Estos estándares de certificación contienen unos criterios muy exigentes, y por encima de la legislación, en cuanto a la gestión forestal de nuestros bosques.

Una vez tenemos los bosques certificados, hace falta que las empresas en toda la cadena de transformación y suministro, apuesten por los sistemas de certificación, ya lo están haciendo al inicio de la cadena históricamente los productores de papel, los impresores y la industria gráfica. Hace falta ahora, que las editoriales, algunas pocas están certificadas, asuman la responsabilidad para garantizar que el libro sea sostenible, y no se despisten de su responsabilidad mediante la invención otros sellos bajo el paraguas de "la ecoedición". Estos otros sellos que no están verificados por terceras partes independientes no son reconocidos por las administraciones y no son válidos en la hora de dotar subvenciones al sector editorial. En este sentido, por ejemplo, la Comisión Central de Suministros de la Generalitat de Cataluña, reconoce en su contrato marco para las licitaciones del papel, el uso de papel certificado PEFC y FSC. También lo hace el Ayuntamiento de Barcelona, junto con otras administraciones.

Además, el pasado 17 de enero, la Unión Europea aprobó la nueva directiva europea sobre el falso etiquetado verde, el que se denomina como greenwashing. De aquí a dos años como máximo entrará en vigor y solo se aceptará a la Unión etiquetas de sostenibilidad basadas en sistemas de certificación oficiales y validados por terceras partes independientes.

En este sentido, solo las certificaciones como PEFC y FSC, reconocidas internacionalmente, son las únicas que pueden garantizar un origen sostenible de la gestión forestal de los bosques y una garantía para los autores y los lectores del libro de un control de las fuentes en la cadena de suministro. ¿Se tienen que admitir otros certificados que engloben el paraguas de la ecoedición? Sí, sin duda, pero no como marcas blancas, sin rigor técnico o sin una validación por terceros del certificado.

Recordáis que el 99% del libro continúa siendo papel, es decir, producido en el bosque inicialmente.