La industria del papel, en los últimos años, ha hecho muchos esfuerzos para implementar medidas de sostenibilidad mucho más allá del greenwashing. Así, según la Memoria de Sosteniblitat de ASPAPEL, la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón, el 94% de la procedencia de la madera para la producción del papel es de ámbito estatal. De este modo se generan 4.561 puestos de trabajo directos y unos 14.279 indirectas.
En tanto a la certificación forestal, el 100% de las fábricas de celulosa están certificadas, el 63% de las fábricas de papel, hecho que supone la puesta en el mercado español de un 77% de papel certificado.
A partir de aquí la memoria explica otros aspectos a tener en cuenta, como por ejemplo, la descarbonización industrial, la innovación con productos bicirculars bajos en carbono, así como el reciclaje de calidad. Por otro lado, y en relación con la certificación de los bosques bajo criterios ambientales, económicos y sociales, a escala española, PEFC cuenta con 2.689.271 hectáreas de bosque certificado, de las cuales 280.419 son catalanas, y FSC, 361.045 ha. en toda España.
Hay que explicar el esfuerzo que hace la propiedad forestal, pública y privada, para certificar estos bosques, porque en el proceso de certificación, y esta es la fortaleza de los sistemas, entran en juego varios actores, como son las entidades de certificación, que son terceras partes independientes tanto para PEFC como para FSC. Estos estándares de certificación contienen unos criterios muy exigentes, y por encima de la legislación, en cuanto a la gestión forestal de nuestros bosques.