Utilizar madera flexible para la decoración y la insonorización de locales públicos
Un panel de madera que se dobla hasta lograr formas curvas inesperadas para material originalmente rígido. Se obtiene con un proceso de incisión patentado por una empresa suiza que lo ha denominado Dukta. En Cataluña tiene la licencia la empresa Mecakim de Torelló, con unos cincuenta trabajadores ocupados a dar nuevas aplicaciones estéticas y funcionales a la madera.
Carme Sañé, la propietaria de Mecakim, evoca el nacimiento de la empresa familiar: "Mi marido empezó con la mecanización de la madera y haciendo mobiliario para la industria de la madera", explica, y añade: "Esta mecanización nos llevó a hacer instalaciones comerciales, que todavía basura, y más tarde a la creación de una marca propia con la cual estamos trabajando en el campo de los paneles acústicos, fonoabsorbents y decorativos."
A los talleres de Mecakim usan maquinaria para perforar la madera y conseguir que los agujeros absorban el ruido que se puede producir en la sala de un restaurante, una oficina o un auditorio.
La madera tiene que competir contra materiales más baratos, como la celulosa o los paneles sintéticos, y hacer valer su nobleza.
Gonçal Artigot, director general de Mecakim, pone un ejemplo: "Muchas veces, cuando entras en un restaurante y te sientas a la mesa, tienes que gritar cada vez más, porque es imposible sentir la persona con quien estás. Y el problema es que cada vez llamamientos más, hay más reverberación... y así no acabas", añade, y explica: "Nuestros paneles el que hacen es evitar esta reverberación".
"El ruido y la reverberación se pueden reducir en un 85%"
La madera que se usa aquí está certificada como producto de una gestión sostenible del bosque, y también se usan residuos de madera para darles una nueva vida; una nueva función para mejorar la calidad de vida de las personas con técnicas como la microperforación, que deja la madera llena de pequeños agujeros invisibles a simple vista pero que reducen el ruido ambiental.